Nueva vida (Kai)( + 18 )

El castillo en el que parecía que pasaría este curso era enorme. Sentí curiosidad y deseo de encontrar los lugares con más privacidad para encontrarme con mi señor nada mas entrar en el castillo. Y me propuse hacerlo en la primera oportunidad que me saliera. Pero por ahora debería esperar, primero debía pasar por la ceremonia del sombrero y una vez instalada mandarle a mi padre una carta para que se quedara tranquilo. El pobrecito parecía pensar que allí no podría ver a mi adorado profesor, y que estaría “cuidada”. En parte no se equivocaba, Kai me cuidaría muy bien.
Entre en la lechucearía buscando a mi nueva lechuza Laria, un caprichito de mi última visita al callejón Diagon, con la carta en la mano. Estaba atando el pergamino en su patita cuando oí unas pisadas…

- todo salio a la perfeccion verdad ... vuestro padre te envio a este lugar pensando que me quitaria a mi esclava - dije tomando la mano de la chica que alli habia - valla aun recuerdo las palabras que el pobre me dijo - dije descubriendo uno de los senos de la chica alli presente para mirar los arillos que le habia colocado - no hare que te envien a Azkaban pero de mi cuenta corre que no vuelvas a ver a mi nena - sonrei recordando eso - sonrei con malicia a lo que habia afirmado -

Sonreí al reconocer su voz antes de que me cogiera la mano y descubriera mi pecho. Baje la mirada como a el le gustaba que hiciera y pude ver el aro que llevaba con orgullo.
- Pobrecillo, si el supiera que lo único que consiguió fue facilitarnos las cosas… - respondí a sus comentarios. Mi padre nunca entendería el tipo de relación que teníamos, ni la aprobaría, estaba demasiado chapado a la antigua. Yo disfrutaba de cada segundo que pasaba con mi señor.

- veo que te has ajustado perfecto al arillo que te hice poner... - dije ahora poniendome de frente a ella agarrando con firmeza uno de sus senos y luego dije - siendo asi ya es hora de ponerte el definitivo - dije sacando de mi bolsillo unas piezas metalicas que se noataban mas grandes que el que traia puesto - estos te sentaran mejor para tu condicion - dije sonriendo con esa malicia que ella me provocaba; luego casi por instinto lleve mis labios a uno de los sus pechos besandolo y jalando apenas el arillo con mis labios - ya ves; tu amo es benevolo asi que ... supongo deberias agradecerlo - dije mirandola de pie aun ella con la cabeza gacha

luego con una mirada furtiva examine el lugar para cerciorarme de que estabamos solos o quizas con alguien mas que con un poco de suerte nos haria compañia, acompañado a mi inspeccion dije - creo que tu padre se horrorizaria si viera a su "nena" llamando papi a alguien mas y obedeciendolo como a el le gustaria -

off: espero verte conectada y que pongas el tema (+18) para evitar que lo borren

- Siempre agradezco a mi señor sus atenciones y sus regalos, sera un placer llevar los nuevos aros, los lucire con orgullo - sonrei sin alzar la mirada. Eran unos aros preciosos aunque eran de un tamaño considerable, no se podrian disimular bajo la camisa lo que los haria evidentes para todo el que me cruzara. No es que me preocupara, pero no me gustaria causarle problemas.

- Mi padre tendria que hacerse a la idea de que no es el centro de mi vida, soy yo quien decide quien merece ser el papi de su nena. Y creo que he escogido muy bien a la persona que ocupa el puesto.

- bien dicho - dije pasando mi mano apenas por su menton agachandome para despues de un suave jalon comenzar a dar vuelta a los arillos que llevaba buscando el punto donde se abrian y habiendolo encontrado procedi a quitarlos

Acto seguido sujete su mano derecha levantandola poniendo uno de los arillos y en seguida el otro para que los sostuviera mientras comenzaba a poner los nuevos aros; mismo que entraron con un poco de dificultad por el tamaño de los mismos

- Luces de maravilla ahora si todos sabran lo que eres - dije mostrando apenas una parte sensible besando su ceno izquierdo con suavidad

off: no estas en msn?

- Son preciosos mi señor, sin duda atraeran las miradas de los demas y aclararan mi condición - sonrei observando el efecto que tenian los nuevos aros en mis pezones. Normalmente habria insistido en que fueran de oro y con algunos brillantes incrustrados, pero siendo un regalo de mi señor, cualquier cosa me parecia perfecta.

- Gracias por haberse molestado - agradeci el gesto.

- Espero... que tu padre deje demolestar ahora que estaras en el colegio no me gustaria tener que distraerme con alguna otra - dije clavando el puñal del celo que implicaba ser solamente mi esclava mas pegando mi cuerpo al suyo un pequeño gesto esperaba que la calmara y asi la bese suave

- Eso no sera necesario, mi padre no molestara mas y si lo hace le dejare bien claro quien tiene prioridad para mi - dije molesta porque pensara en cambiarme por otra. Yo no compartia.

Correspondi a su suave beso, acercandome lo mas que podia a el, lo habia extrañado mietras mi padre se decidia a mandarme a estudiar aqui.

- sigues celosa pensando en que puedo cambiarte - dije hurgando en su mente - siendo asi ... - sonrei con malicia - demuestrame que me puedes dar que las demas no lo hagan - dije inmovil con un rostro sereno impavido como roca esperando ella cambiara eso